
Antes de mediados de siglo XX muy pocos europeos habían escuchado de Colombia, solo en la época de los 60’s el primer colombiano correría el Giro de Italia y pondría nuestra bandera en tierras extrañas, Martin Emilio “Cochise” Rodríguez. Como lo dice José Duarte “…cuando llegamos allí ellos se imaginaban que Colombia era un sitio en donde la gente se baja de los árboles se quitaban el taparrabos y se iban a competir a España o a Francia, nos miraban por encima del hombro, nos sacaban de la fila del pelotón” (Duarte, 2017), los ciclistas europeos y el público en general no respetaban a los colombianos como se merecían. Luego estallaría toda la curiosidad por Colombia cuando en los 80’s, Lucho Herrera y Fabio Parra se robarían el protagonismo del Tour de Francia de 1985 poco antes de que el mismo Lucho se coronara campeón de una Vuelta a España, siendo el primer latinoamericano en ganar una vuelta ciclística de tres semanas. Los diarios europeos empezaron a preguntarse ¿dónde y cómo entrenaban estos ciclistas?, ¿Por qué eran tan buenos corredores en las montañas?, la respuesta fue simple, la topografía y la geografía colombiana. En Colombia, a diferencia de Europa, existen subidas que son de 80 kilómetros de longitud y que llegan a una altura de 3700 MSN como lo es el Alto de Letras, no existen estaciones por lo que el clima es estable todo el año haciendo que los ciclistas puedan seguir su entrenamiento sin interrupciones, Colombia está atravesada portas tres cordilleras de los andes siendo un país rico en diversidad de condiciones de temperatura y tipos de terrenos, es decir, Colombia es el paraíso para cualquier ciclista, tanto competitivo como recreativo.
Antes de mediados de siglo XX muy pocos europeos habían escuchado de Colombia, solo en la época de los 60’s el primer colombiano correría el Giro de Italia y pondría nuestra bandera en tierras extrañas, Martin Emilio “Cochise” Rodríguez. Como lo dice José Duarte “…cuando llegamos allí ellos se imaginaban que Colombia era un sitio en donde la gente se baja de los árboles se quitaban el taparrabos y se iban a competir a España o a Francia, nos miraban por encima del hombro, nos sacaban de la fila del pelotón” (Duarte, 2017), los ciclistas europeos y el público en general no respetaban a los colombianos como se merecían. Luego estallaría toda la curiosidad por Colombia cuando en los 80’s, Lucho Herrera y Fabio Parra se robarían el protagonismo del Tour de Francia de 1985 poco antes de que el mismo Lucho se coronara campeón de una Vuelta a España, siendo el primer latinoamericano en ganar una vuelta ciclística de tres semanas. Los diarios europeos empezaron a preguntarse ¿dónde y cómo entrenaban estos ciclistas?, ¿Por qué eran tan buenos corredores en las montañas?, la respuesta fue simple, la topografía y la geografía colombiana. En Colombia, a diferencia de Europa, existen subidas que son de 80 kilómetros de longitud y que llegan a una altura de 3700 MSN como lo es el Alto de Letras, no existen estaciones por lo que el clima es estable todo el año haciendo que los ciclistas puedan seguir su entrenamiento sin interrupciones, Colombia está atravesada portas tres cordilleras de los andes siendo un país rico en diversidad de condiciones de temperatura y tipos de terrenos, es decir, Colombia es el paraíso para cualquier ciclista, tanto competitivo como recreativo.
Lastimosamente en ese momento de la historia, las personas que querían venirse encontraron con que en Colombia se libraba una de las guerras civiles más sangrientas de todos los tiempos protagonizada por pablo Escobar y por la guerrilla de las FARC, por lo que muchas personas perdieron su interés. Todo cambió cuando en 2013 Rigoberto Urán logró el subcampeonato del Giro de Italia y dos meses después Nairo Quintana lograra el subcampeonato del Tour de Francia. La atención del mundo ciclístico se ha volcado de nuevo a Colombia en un momento histórico donde se ha logrado la paz con el grupo Guerrillero FARC y la seguridad en Colombia muestra sus mejores números, con un decrecimiento de inseguridad del 67% en los últimos 15 años (Semana, 2017).
Muchos aficionados al ciclismo quieren conocer una cultura que todavía es un misterio para muchas personas en el mundo y lo quieren hacer mientras retan sus habilidades en uno de los ambientes más hostiles y más hermosos para montar en bicicleta.
Es el momento perfecto en la historia para que el mundo llegue a conocer Colombia, todos los eventos a lo largo de la historia han aportado para que en este momento todos los ciclistas del mundo puedan recorrer las carreteras en las que tantos ciclistas históricos se han forjado.